Llevar tres días encerrado sin beber nada más que red bull y coca-cola (¿por qué coño no venden Montain Dew en Santander?) es síntoma inequívoco de exámenes. Esa época del año que llega, para desgracia de la salud mental de todos los universitarios, tres veces al año (dos para los inteligentes).
Con este panorama solo una cosa me salva en estas interminables noches, estudiando las características de los anillos cociente Z2/x^2+1 y las diferentes implementaciones de grafos, mapas y pilas con listas enlazadas y tablas de troceado, y esta es, por supuesto, la música.
Esta semana hubiese sido mortal, de no haber sido por Quique González. El cantautor madrileño, a quien tenemos el privilegio de poder disfrutar tanto en Cantabria gracias a esa pasión que contagia a cualquiera que se acerque por aquí (y aún más si se quedan a vivir), ha publicado Avería y Redención #7 y probablemente me haya salvado la vida (o el cerebro, que para el caso...).
Y la canción que me masajea las neuronas es: Doble Fila. La segunda canción del disco. Aquí, en directo y en acústico para deleite de ustedes.
de tu mano fría hasta el final del mundo
y duermo en doble fila, vivo a todo trapo.
Esta es la vida que yo quería para mí,
pero no es la vida que tú querías para mí.
Les dejo un par de youtubes de este último disco.
Disfruten, yo lo intento.
1 comentario:
Hola!
Me encanta el señor Quique González...
Ánimo con los exámenes, todos sufrimos sus consecuencias..., y esas tres convocatorias que te agarran de los webs.
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