A 8 días de que se cumplan dos años de la fecha en la que comencé a grabar a unos colegas con mi nueva cámara (para luego acabar resultando una constante que se ha prolongado por tiempo indefinido), me resulta bastante comprensible que muchos (pese a dedicar un episodio nuevo e incluir un nuevo prólogo explicándolo todo más tarde en el primer episodio) no entiendan realmente de qué va el proyecto o hacia qué, o dónde, se encauza.
Es en este punto cuando debo mencionar referentes; en primer lugar, mucho tiempo antes del proyecto, siempre he sido fan de los reality shows. No de los de producción nacional, a excepción del espectacular Libertad Vigilada (del cual solo tuvimos una edición, y veraniega, por desgracia…), sino de los que emiten en Mtv o VH1. En especial (entre joyas de consumir-y-olvidar como Dismissed, I bet you Will o Viva la Bam) siempre me han encantado dos: Laguna Beach y 8th and Ocean.
No, The real World nunca me ha interesado.
Laguna Beach sigue la vida de un grupo de adolescentes Californianos impecablemente vestidos y amanerados, salidos de una versión teen de Las Amistades Peligrosas y/o The United Colors of Benetton. Si hay una forma real de ver cómo el mundo acaba, es a través de estos tipos. 8th and Ocean repite el formato: jóvenes americanos de ambos sexos estudiando en una academia de modelos en Miami. Obviamos la comparación casual con cierto concurso patrio de similares características; porque saldría muy mal parado hasta el punto de denegar su existencia.
La estructura de ambas series, wasp a toda mecha + alcohol a destiempo, es completamente engañosa y falsa. Todo está calibrado desde un comienzo; partiendo de las referencias, entre ellas Sensación de Vivir o The O.C.
En respuesta a The O.C., que salvo ciertas partes es calcada a Laguba Beach (y viceversa), los productores de esta introdujeron el subtítulo The Real Orance County.
Si Laguna parte del aburrimiento del urbanita wasp americano, de clase alta, siempre con sus devaneos amorosos y las típicas decepciones del adolescente; 8th and Ocean se interpreta como una bajada a los infiernos de la realidad del mundo de la moda por parte de una increíble (y detallada) mezcolanza de procedencias y niveles educacionales. En el show se nos indica la edad, procedencia, ascendencia y como último dato fundamental, el diseñador favorito.
Se obvian los aspectos más turbios y redundantes (trastornos alimenticios, el uso de favores sexuales como medio para ascender, la drogadicción del sector, etc), para mostrarnos una competición abierta; en la que cualquiera puede triunfar siempre que, y no nos engañemos, sepa destruir mejor a su más directo competidor.
Y mientras que Laguna ha sido fuertemente criticado por su falta de “realismo” por sus escenas sentimentaloides multiángulo y por presentar a un grupo de adolescentes totalmente irreal (al fin y al cabo es América, y es la Mtv también); sus actores han acabado interpretando el mismo tipo de “personajes” en películas y/o apareciendo en series como The OC o Verónica Mars. Los de 8th and Ocean han acabado dispersos y repartidos por todos los sectores artísticos posibles. Incluso una de sus participantes compitió como Diva en la Wrestlemania.
Aquí acaba la introducción.
Pero el Proyecto Latveria no tiene nada que ver con esto.
En un principio, cuando ingresé en la universidad hace un par de años, encontré una pequeña asociación cultural que me llamó bastante la atención. Me pasé allí gran parte del curso y dejé la carrera el año siguiente; pero hice muy buenos amigos y casi siempre estamos de puta madre. Suelo pasarme muy a menudo. La idea de grabar un documental sobre aquella asociación y todo aquello que tuviera que ver con ella me interesaba bastante.
De hecho, mi interés por realizar videos de ese estilo venía de antes; el curso anterior al ingreso en la facultad grabé con unos compañeros en mi antiguo colegio un video de despedida. Mi colaboración hizo que pudiera quedarme con todo el material grabado que acabé utilizando, añadiendo unas cuantas horas más de metraje con entrevistas que realicé yo mismo a compañeros que contaron lo que realmente pasaba en ese colegio. No es que pretendiese hacer un proyecto de denuncia seria, o tampoco buscaba vengarme vulgarmente; solo pretendía mostrar un resumen de lo que había sido el bachillerato para gran parte de los compañeros. De cómo algunas cosas fueron peor que otras. Y de cómo algunos directivos se aficionaron al comepollismo hacia los nuevos compañeros llegados ese año dejando de lado, una vez más, a los que llevaban allí muchos años. Algunos, como es mi caso, desde siempre.
El proyecto se llamó Shiroiwa, en un homenaje descafeinado a Battle Royale. Y el guión que escribí en otoño del año 2005 tenía casi 65 páginas para ese documental.
Una vez finalizado el montaje en Diciembre de aquel año, duraba aproximadamente 3 horas y cuarto. Desgracidamente la primera versión se perdio y no pude exponerla; aunque conservo el guión y todas las narraciones que se hicieron específicamente para el montaje. Shiroiwa aún sigue siendo una quimera que quizá retome, mucho más sopesada y justamente, en breve.
Una vez finalizada esta esta etapa, y con la adquisición de una videocámara nueva, comencé a grabar en la facultad el 10 de Enero del año 2006. Lo que era una etapa de sorpresa ante mis nuevos colegas, se convirtió en una constante durante el resto del curso universitario.
Reconozco que en ocasiones resultaba hasta molesta la grabación de algunas cosas, y sé de más de uno que no quiere aparecer en los videos desde un principio. A pesar que durante mucho tiempo se grabaron voluntariamente y que nunca me han dicho nada abiertamente.
Superando este tipo de cosas, la grabación se interrumpio en verano del 2006 al tener que trabajar. Y el proyecto entró en una especie de criogenización. Hasta septiembre, donde conocimos a nueva gente.
Pero eso, y lo que ocurrió más adelante, es otra historia.
Estructura:
Esto es un trabajo de una sola persona, soy el único responsable de grabar, editar, convertir y distribuir el material. Nadie se ha ofrecido voluntario para intentar ayudarme aún.
No es que me queje, pero solamente es la principal razón para que los videos presenten una estructura tan desordenada y aleatoria. La linea cronológica no existe, y los videos se empezaron a colgar antes de tiempo.
Lo ideal hubiera sido transcribir los hechos, no palabras, que ocurren en las cintas (actualmente y a fecha de hoy se supera con creces el número 100) para luego disponer del orden de montaje. Pero no es así.
En la primera temporada la mayor parte de los hechos que ocurren son fiestas y celebraciones y, excepto un par de videos, nada refleja como es Latveria (como asociación y agrupación) en si misma. Solo vemos a unos pocos de sus individuos de un lado para otro, acompañados de otra tanta gente que no tiene que ver con la asociación en si.
Esto se debe a otro hecho preocupante y que ya se ha comentado, el hecho de que algunos sigan sin decidirse sobre si quieren aparecer o no en los videos. Por supuesto que, como en todo, hay etapas de plena euforia donde me lo suplican (la mayoría relacionados con fiestas o similares; como último caso el Kueves del año 2007, que aparecerá en la segunda temporada) con otras etapas de reproches donde me lo prohiben categóricamente.
Lo más probable es que a la hora de montar, si las cosas no se han quedado claras definitivamente se incluya todo lo grabado y tiraré para adelante. Y ya.
Así que el proceso de montaje es simple: captura del material, resumen del mismo, añadir música y efectos, exportar y colgar. Y ya está.
PRIMERA TEMPORADA
Los episodios son los siguientes:
1. Piloto: fecha de grabación: 21 de Diciembre del 2006. Fue colgado en Diciembre de ese mismo año.
El primer capítulo de todos: parte de la celebración del último día de curso del año, el cual llamamos Kueves Inkernal, en la facultad de Políticas y Sociología de la Complutense. Tomada por montones de punkis y casi en estado de sitio, los latverios cogieron un Ronald McDonald, que uno de ellos robó con sus colegas, para pasearlo por la facultad gritando consignas pro-americanas, entre otras…
Más tarde pasearon a un chaval con una máscara del Santo, gran actor y luchador de películas de serie z en Méjico, al cual emborracharon y le provocaron una subida de azúcar.
La primera versión del piloto duraba 21 minutos, ¡y acababa con una canción de los Focomelos! Con la eliminación del canal anterior de youtube que tenía, ya no pude colgar más videos de 10 minutos. Decidí montar una nueva versión, primero con un prólogo explicativo, más tarde con otro mejor; y dejar aparte para youtube una versión acortada dividida en: el episodio y sus secuencias eliminadas.
Originalmente no tenía que haberse montado este video tan rápidamente, pero fue una gran fiesta; y acabé haciendolo.
2. “El día del orgullo” (titulado más tarde Freak-o-rama, 1): fecha de grabación: 25 de Mayo de 2006. Fue colgado en Enero de 2007.
El día del orgullo friki supone uno de los mayores eventos pajeros jamás creados en Madrid, junto con los Expoalgo; y Latveria no quería perdérselo. El ambiente era, digamoslo así, una puta mierda y viendo esto los latverios se lanzaron cantando su himno (una reversión del himno sovietico dedicado al Dr. Muerte, el cual pudo verse en las escenas eliminadas del piloto original) y gritando. Más tarde fueron entrevistados por varios canales.
El montaje del video, que comienza con un breve e insignificante y desquiciante dialogo entre Miguel y yo, con imágenes subliminales, da paso a un improvisado screener de la CNN+ anunciando el evento. Los de la CNN+ aparecen justo al final del video. Entremezclando la narración de la noticia, cruzo respuestas a las entrevistas de Cuatrosfera y un canal que no pudimos identificar. Por aquella época el ambiente entre algunos de los latverios y la gente del centro era de puta madre.
Principalmente porque no conociamos a nadie. Y todo, o casi todo, nos parecia bien. Excepto el día del orgullo en si, por supuesto.
Seguiré otro día dando más explicaciones.
Hasta más ver.
jueves, 3 de enero de 2008
Etiquetas: Proyecto Latveria
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