Nos venden una vida cotidiana que no es la nuestra, no es la que decidimos: nos la diseñan. [...] El sistema necesita un anti-sitema.
Julián Hernández, entrevista en Rolling Stone nº 103

Leyendo la entrevista a Julián Hernández (Siniestro Total, of course) en la Rolling me ha dado por pensar en el último juego al que, como en los años mozos, me he enganchado en sesiones intensivas, aunque haya sido porque no voy a poder volver a jugarlo hasta el viernes. Lo que puedo hacer es hablar sobre él mientras tanto.
El GTA IV me ha dejado una sensación extraña. ¿De verdad es para tanto? No me malinterpreten, no hablo de la calidad del juego (como poco, extraordinaria), sino de las ya típicas reacciones en torno a las posibilidades de realizar ciertas cosas en el juego.
Tampoco se me ocurren demasiadas cosas que se pueden hacer que no se vean todos los días en las noticias. Ni siquera coger un helicóptero y ponerte a disparar a gente, ¿eh?
¿Hasta qué punto el GTA es un ejercicio de, digámoslo así, "revolución anti-sistema" como se pretende (y se vende)?

Cada día que pasa me parece más imposible llegar a ver un juego que verdaderamente se atreva a sacarse la polla y plantarsela a todo el mundo en la cara, con prepotencia, por el simple placer de hacerlo.

Al final, ir a un concierto de Juliette Lewis, como el del jueves en Barakaldo, va a ser lo más revolucionario que voy a hacer en la vida. Y ya será más de lo que hagan otros porque Juliette es MUCHO Juliette.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Crónica del concierto ya.

Garm dijo...

Estoy trabajando en ellou.