martes, 22 de abril de 2008

Southland Tales


Richard Kelly se alzaba con su ópera prima, Donnie Darko, como esperanza del fantástico, y a su vez, como una de las revelaciones americanas más interesantes en años. Donnie Darko era una excelente muestra de talento visual, exquisito gusto musical, y viajes en el tiempo. Kelly confeccionaba un film que aunaba crítica al american way of life( a la figura del americano 'guardián de la moral', votante del partido republicano) el retrato de un joven inteligente y algo trastornado, quizás, una mirada autobiográfica de Kelly, su propio yo jugando al elige tu propia aventura. Donnie Darko pecaba de su dilatación innecesaria en el relato, y el juego ambigüo, a medio camino y sin decantarse hasta el final del relato, por un tono dramático, cierta ironía y el homenaje, o esos matices psíquicos que podían hacer dudar de si Donnie estaba realmente loco o no( Ya ven: Tantas cosas metidas en una, tantas cosas que decir...que acaba siendo el que será el principio de los males de su próximo film). Todo unido a una filosofía sobre el viaje en el tiempo que, por momentos, se acercaba a la fantástica metafísica borgeana.(recuerden el inexorable camino hacia la muerte y de las realidades alternativas propuestas cuando hablé de 'la muerte y la brújula') .


-Cuando vean el Director's Cut de Donnie Darko podrán llevarse una decepción, y al mismo tiempo, la historia queda mucho más clara. En el añadido se incluye ciertos matices en las personalidades de los protagonistas, algún juego visual y poco más.


This is the way the world ends. Not with a Wimper, with a Bang.

Kelly peca de hiper-ambición. Pues, digamos, que Southland Tales es el intento de una revolucionaria obra de ciencia ficción, de un épica historia en el umbral del apocalipsis. Richard Kelly, hinchado por la crítica de su ópera prima, intentó idear la perfección( o algo adelantado a su tiempo) y acabó saliéndole un cúmulo de todo y de nada: No es del todo una historia de amor en el apocalipsis, tampoco acaba siendo una reflexión sobre el poder de los medios, sobre todo de internet, en un futuro próximo a lo que imaginó Orwell en 1984, y que llega a ser una interesante visión del poder que ejercerá sobre nosotros y de cómo lo utilizaran los gobiernos, ni tampoco la crónica de una sociedad de neo-marxistas en busca de la conquista del mundo y el fin del capitalismo. En efecto: La propia idea de Southland Tales, su propia ambición, es superior al propio Kelly que, con 31 años ha fracasado en el intento de su primera revolución. Pero no todo es desastre en Southland Tales, lo bueno de toda ella es que, con su mezcla de ideas locas y algo de lucidez, acaba saliendo un film divertidísimo con un 'The Rock' espectacular y antiheroico, es la historia de la anti-épica apocalíptica de una estrella del cine metida, sin ton ni son, en un intrincada lucha política/social. Y otra de las virtudes de Southland Tales es la capacidad de distribuir la-poca-información y las distintas tramas unidas, por ello es una divertida obra maestra fallida y una muestra interesante de ciencia ficción que conforme llega al final delira hasta extremos.Esperemos que dentro de muchos años, cuando Kelly ya sea confirmado como una figura, retome su Southland Tales y la convierta en lo que pretendió en nuestros tiempos. Quién sabe, quizás pueda viajar en el tiempo.
PD: Sean William Scott se sale y hace el mejor papel de su carrera.

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